Egoitz Galartza Garaialde
La mejora genética de las poblaciones locales de abejas melíferas se ha revelado como la mejor manera para realizar una apicultura más eficaz y sostenible, ya que mejora los rendimientos de las colonias y aumenta su supervivencia debido a que la adaptación al medio de las razas locales posibilita un mayor aprovechamiento de los recursos naturales del entorno y a la vez disminuyen la utilización excesiva de la alimentación artificial. Por otro lado, la mejora de aquellas características de la abeja local que son interesantes para la apicultura hace que una subespecie local sea más atractiva que otra foránea mejorada, consiguiendo de esta manera que la conservación de dicha subespecie, y por añadidura de todo su acervo genético, sea más eficaz. Así, el lema “conservación mediante la utilización” es una máxima que guía los pasos de numerosos Programas de Cría por toda Europa que pretenden dotar a las diversas subespecies nativas de abejas europeas de características deseadas por los apicultores, de modo que obteniendo una abeja mejorada para el apicultor se conserve la abeja local adaptada a cada entorno.
De hecho, en la mayoría de los países europeos existen asociaciones de apicultores especializadas en la crianza de abejas nativas que trabajan junto con las administraciones locales para llevar adelante programas de selección y mejora genética. Este es el contexto del Programa de Cría de la abeja negra ibérica que dirige la asociación ERBEL (www.erbel.eus).
Aumento del valor reproductivo de las reinas
Un factor determinante para que el progreso genético en un programa de cría de cualquier ganadería sea efectivo es controlar los apareamientos entre los ejemplares seleccionados, especialmente desde que se utiliza la evaluación genética de los datos de producción mediante el modelo animal BLUP. En el caso de las abejas también es posible el uso de este sistema para la evaluación genética («Genetic evaluation in the honey bee considering queen and worker effects — A BLUP-Animal Model approach», Kaspar Bienefeld), y el control de los apareamientos, si bien difícil, también es fundamental. Por un lado, el control de los apareamientos hace posible que el pedigrí de la reina sea conocido y por tanto los valores genéticos de las reinas involucradas en el programa de mejora tienen una mayor fiabilidad. Por otro, el progreso genético se produce en ambos progenitores, reinas y zánganos, y no sólo en el lado de las reinas como ocurriría sin control de los apareamientos. Así pues, el control de los apareamientos en los programas de cría de abejas da lugar a un progreso genético más rápido en las líneas seleccionadas y a un mayor valor reproductivo de las reinas.
Control de los apareamientos
En apicultura el control de los apareamientos presenta unas dificultades muy particulares que no se dan en otras ganaderías, y que están ligadas al vuelo nupcial de las reinas y de los zánganos. La reina virgen una vez emergida de su celda debe aparearse en el exterior de la colonia, realizando para ello los denominados vuelos nupciales o de apareamiento. Además, las reinas de la especie Apis mellifera son poliándricas, es decir, se aparean con múltiples zánganos distintos, mientras que éstos son monógamos pues mueren tras la cópula. En estos vuelos las reinas se dirigen a las denominadas áreas de congregación de zánganos. Estas áreas están constituidas por miles de zánganos, entre 10.000 y 15.000, que se mantienen a la espera de que aparezcan las reinas vírgenes para aparearse con ellas. La reina se puede aparear varias veces en un mismo vuelo nupcial y normalmente realiza varios vuelos de apareamiento en el mismo día o en días consecutivos si las condiciones ambientales lo permiten.
Aunque los apareamientos dirigidos sean difíciles y complejos de alcanzar en Apis mellifera, existen varios métodos que permiten el control de los apareamientos en esta especie. La inseminación instrumental fue desarrollada hace 100 años y perfeccionada posteriormente, y permite el control absoluto sobre los apareamientos. Este método, además de requerir de material específico y de una gran tecnificación por parte del operario, sólo posibilita los apareamientos de un pequeño número de reinas por temporada y operario, siendo por este motivo un sistema muy costoso para aplicarlo en una población de gran tamaño. Otra forma para lograr el control de las cópulas es el apareamiento temporal, también conocido como apareamiento de tiempo de vuelo retrasado (Delayed Flight Time Mating), que consiste en restringir los vuelos de las reinas y los zánganos que se quieren entrecruzar a horas donde los zánganos de la población cercana ya han terminado de realizar sus vuelos y han regresado a sus colonias. Este método está ganando popularidad en los últimos años y resulta ser adecuado para el control de los apareamientos de una pequeña cantidad de reinas por temporada. No obstante, el sistema más adecuado para controlar los apareamientos de las reinas a mediana y gran escala es el aislamiento geográfico, combinado con una producción masiva de zánganos por medio de las colonias productoras de zánganos (CPZ).
¿Qué es una estación de apareamiento?
Una estación de apareamiento es el conjunto de las colonias formadas por los núcleos de las reinas vírgenes y por las colonias productoras de zánganos, para facilitar los apareamientos entre las reinas y los zánganos criados con ese propósito. Las colonias de reinas vírgenes y las CPZ no comparten ubicación, y estas últimas suelen estar distribuidas en varias ubicaciones separadas de las reinas.
El método de aislamiento geográfico, combinado con la producción masiva de zánganos, se utiliza en las estaciones de apareamiento de ERBEL. El objetivo es saturar el área escogida para los apareamientos con zánganos seleccionados, de modo que todo zángano presente en el área sea de origen conocido y, por lo tanto, las cubriciones controladas. Como contrapartida, este método requiere un aislamiento geográfico tal que impida la entrada a todo zángano exterior que no forme parte del programa de cría, algo que en muchas ocasiones es difícil de alcanzar. De hecho, se ha ubicado la estación de apareamiento en un valle de más de 10 km de longitud y que está rodeado por ambos lados de montes de 800 m de altura.
No obstante, los otros dos metodos para el control de los apareamientos antes mencionados también se van a utilizar y probar dentro del programa de ERBEL: La inseminación instrumental se utilizará como método para realizar cruces deseables entre diferentes líneas, y por otro lado, este año, realizaremos una prueba de campo para probar el método del aislamiento temporal.